En lugar de la forma de seta clásica, el carpófo tiene forma coralloide, su morfología se compone de distintas ramas que se diversifican y entrelazan. De estas nacen las agujas que forman el himenio y conforman el aspecto de coral. Son de consistencia tierna, miden hasta 30 cm, de color blanco puro que evoluciona a crema amarillento y posteriormente a ocre. El himenio está formado por agujas que miden hasta 10 mm, desiguales en longitud, ramificadas, dispuestas irregularmente y de color blanco cremoso que evoluciona a crema al madurar las esporas. Es comestible, como los otros Hericium, pero debido a que no es muy abundante carece de tradición gastronómica, su carne es blanquecina, tierna con sabor y olor suaves.
El equipo de Loodusekalender, enfrente de un Hongo coral que crece en la regíon de Sur de Estonia, ha instalado una cámara fotográfica que va recogiendo cómo el Hongo coral crece y quién realiza actividades en sus proximidades. El tronco, donde crece el Hongo coral, tiene un diamétro de unos 32 cm.