Los que anidan más temprano

Foto: Arne Ader
Traducción: Adolfo
 
Piquituertos
 
Piquituerto común       Loxia curvirostra
 
En la época en la que las primeras aves migratorias vuelven como heraldos de la primavera y en el nido del cárabo común ha aparecido el primer huevo, ¡en algunos nidos de piquituertos comunes pueden haber ya eclosionado los primeros polluelos!
 
La anidación se adecua a la época en la que el alimento es más abundante.  Los abetos situados en las solanas han abierto las piñas, es decir, que este año nadie va a pasar hambre, esto lo puede comprobar cualquiera que eche un vistazo a los bosques de abetos. Otros que anidan también muy temprano son los piquituertos lorito(Loxia pytyopsittacus).
 
Es en marzo cuando se puede encontrar con más frecuencia nidos con huevos. La hembra es la encargada de construir el nido sobre los abetos, estimulada por los cantos del macho que la acompaña. Si las piñas son abundantes, los nidos se construyen cercan unos de otros, con intervalos de unas pocas decenas de metros. En las copas de los árboles los nidos se encuentran en el tronco, pero en las partes más bajas del árbol, los construyen en las ramas, separados del tronco del árbol. La hembra empieza a incubar nada más depositar el primer huevo, llegando la puesta a ser de unos cuatro huevos. Los pollos eclosionan después de trece días de incubación.
 
Algunos años, en marzo todavía hay temperaturas muy bajas, pero los piñones de los abetos empiezan en esa época a caer de los piñas que se van abriendo. En los primeros días después de la eclosión la hembra no abandona el nido –los polluelos necesitan calor.
 En esta primera semana el macho trae la comida al nido, los piñones semi-digeridos son deglutidos para que sea la hembra la que alimente a los polluelos. Permanecerán en el nido unas dos semanas, aunque  más adelante seguirán necesitando todavía por un largo periodo de los cuidados de los padres…
 
Son unas aves de vistosos colores: el plumaje de los machos es rojo ladrillo y el de las hembras en la época de apareamiento es verde amarillento. Ambos sexos alcanzan una longitud de poco más de quince centímetros,  un peso algo menos de cincuenta gramos. Pico negro y fuerte, con las puntas alargadas y torcidas, se trata de una herramienta robusta y en forma de tijera, cuyas mandíbulas se cruzan para constituir una perfecta tenaza con la que extraen los nutritivos piñones que constituyen la base de su dieta. Sus patas son tan costrosas  que los anilladores se quejan de que, algunas veces, no consiguen fijar las anillas.
 
Los piñones del abeto son muy ricos en nutrientes, conteniendo alrededor de un  35% de materia grasa. Una buena piña puede contener hasta 120 escamas, de las cuales unas 100 tienen dos piñones. Supongamos que un macho de piquituerto consigue de una piña unos cien piñones, ya que parte se le caen. Si recolecta diez piñas obtendrá una cosecha de unos mil piñones, que pueden llegar a pesar unos diez gramos…
 
La población de piquituerto común sufre grandes oscilaciones, ellos anidan allí donde, sencillamente, hay comida. En un buen año de piñas, como el actual, pueden anidar en los abetales de Estonia más de cincuenta mil parejas.
 
Observaciones de piquituertos comunes en Estonia: LINK


 

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