Redactó y suministró el material gráfico: Tiit Hunt, www.rmk.ee
Traducción: Adolfo
Si, las cámaras de la naturaleza funcionan, cuando funcionan ya que están en medio de la naturaleza –tormentas, ratones, vacas, agua, hormigas y otros seres salvajes-.
En la península de Sassi las vacas interrumpieron la imagen de la cámara, ahora en la parte de Nasva, en Saaremaa, los ratones dejaron las marcas de sus dientes en más de cien metros de cable de la cámara de los tejones.
Una vez en la parte de Tehumardi, encontraron cientos de hormigas que era buen lugar para construir el nido justo dentro de la cámara de los tejones, ocupando cada pequeño espacio, hasta que fue demasiado, cuando empezaron a circular constantemente sobre uno de los sensores.
En la cámara de Haeska penetró el agua en las conexiones del sonido y comenzó a hacer ruidos. Me vino a la memoria el famoso y “profundo” pensamiento de una estrella del deporte finlandés: “la vida está viva”.
Podemos de nuevo seguir lo que ocurre en la madriguera de los tejones hasta noviembre, momento en que la cámara será trasladada de nuevo al ya conocido lugar de los ciervos.
En septiembre la familia de tejones permaneció con frecuencia en su madriguera y era posible seguirlos a menudo, tanto por el día como por la noche, sólo el macho falta de esta imagen idílica de familia.
De fondo se oyen sonidos: la brama de los ciervos, las grullas también se dejan oír desde unos campos cercanos donde descansa por la noche, en su ruta migratoria. Al lado dela cámara, un joven ejemplar de mosquitero común se entrenaba practicando cantos primaverales y a los petirrojos les agrada días enteros pasárselos a la entrada de la madriguera de los tejones.
No se sabe que le sucedía a la lechuza que ulula ahora en el otoño, quizá era también un joven ejemplar, que se entrena ahora para que, cuando llegue la primavera, tenga aprendido como ulular para encontrar pareja.
Uno trajo a los tejones una vez manzanas y otra, ciruelas. Los tejones no las dejaron “para Navidad” sino que dieron cuenta de ellas rápidamente. Especialmente les gustaron las ciruelas – un joven tejón se arrojó encima del montón de ciruelas, para poder olerlas mejor. En cambio, con las manzanas hicieron algo diferente, introdujeron gran parte en la madriguera.
Como debe ser en otoño, la hembra y las dos crías están rollizas. Veamos cómo les va en octubre.
PS: Muchas gracias a Olle Koert de Teetormaja, que encontró la mejor solución para los destrozos ocasionados por los ratones y llevó la imagen de la cámara otra vez a los expectadores.