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En la costa noroeste de Estonia,  los polluelos de cisne común han cumplido ya diez días y dentro de unos cincuenta días serán ya capaces de volar.

 

Los polluelos  de cisne obtienen por si mismos la comida, juntos con otros pequeños se mueven por las aguas más someras donde pueden alcanzar las plantas acuáticas del fondo. Todavía este es un periodo divertido donde pueden viajar subidos a las espaldas de sus progenitores, pero conforme vayan creciendo, se moverán cada vez más lejos de la orilla.

 

Los cisnes comunes se desplazan por su territorio y no soportan a otros congéneres. El macho levanta ligeramente las alas en una pose característica amenazante y se dirige nadando contra el intruso. A veces no sólo atacan a otros cisnes sino también a alguna barca o un barco de color blanco de pasajeros que se mueve en la lejanía. En la orilla, si es necesario se enfrentan a los zorros, los cuales retroceden rápidamente –el picotazo o un golpe de ala de cisne puede llegar a ser mortal para estos pequeños carnívoros.