Las focas grises son animales sociales y, fuera de la época de apareamiento y cría, son capaces de compartir las rocas de las orillas: nadie se irrita especialmente cuando es empleado como almohadón u otros se apoyan con sus aletas en el cuerpo del vecino.
Por el aspecto externo parece que están muy bien alimentados, todavía resta mucho tiempo hasta la época de partos, en otras palabras, hay que disfrutar de la vida.