El serbal es un árbol precioso y muy conocido tanto para los insectos, como para los animales y las personas. ¿Alguna vez habéis olido las flores del serbal? El olor de las bellas inflorescencias es más bien apestoso y recuerda un poco la carne que está podrida. Sin embargo, cuando es la época del florecimiento de los serbales, las abejas y otros insectos tienen mucho que hacer.
Los serbales son bastante tolerantes con el hábitat, adaptándose a tierras poco ricas y a hábitats secos. Eso sí, en estos últimos suelen crecer en forma de arbustos. Los árboles de esta especie son magníficos en hábitats muy buenos y de tierras fértiles.