El ave más pequeña de Europa mide menos de diez centímetros y pesa alrededor de cinco gramos. Los reyezuelos sencillos anidan en cualquier lugar donde hay abetales, en las regiones del norte y noreste de Estonia son migrantes parciales. En inviernos duros los que se quedan pueden morir en su mayoría, como se ha podido comprobar en los últimos años. Podemos observar como cruzan, normalmente de noche, nuestro territorio bandadas de estas aves migratorias.
El plumaje del dorso de los reyezuelos sencillos es verde oliva, la barriga es gris clara con un sombreado amarillo. Las alas poseen dos estrechas franjas blanquecinas. La cola es corta. En la parte superior de la cabeza llama la atención una franja amarilla con los bordes negros, que es más clara en las hembras ya que los machos poseen en esa franja amarilla algunas plumas rojas, que la hacen parecer más oscura, incluso anaranjada. Tienen ojos marrones del tamaño de una cabeza de alfiler, rodeados de un halo gris claro, pico marrón oscuro y patas marrones.
Con frecuencia cuelgan cabeza abajo de las ramas, como los carboneros, y son capaces de quedarse volando suspendidos en el aire, como lo hacen los colibrís, los pájaros más pequeños del mundo.
La mayor parte del día, que se está acortando rápidamente, lo emplean estos pequeños seres alados en buscar alimento. Para un animal insectívoro, la vida en invierno no es precisamente fácil. Desplazándose por las hojas y ramillas capturan arácnidos, pequeños insectos y sus larvas, ácaros y colémbolos de las grietas de las cortezas de los árboles, de la hojarasca en putrefacción en el suelo del bosque o del musgo que recubre las piedras.
Los reyezuelos sencillos anidan en abetales o en bosques mixtos donde los abetos son la especie predominante. Los ejemplares migrantes los encontramos también en pinares y en cipresales de áreas costeras. El número de estas aves en invierno oscila alrededor del medio millón.
Observaciones de reyezuelos sencillos en Estonia:
ENLACE