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Los grandes carnívoros son tenidos por animales muy celosos de su territorio. Territorialidad significa en lenguaje humano el comportamiento que consiste en la defensa de un territorio definido de las intromisiones de los extraños. Tanto el perímetro del  territorio como el interior son marcados constantemente con señales olorosas. Estas señales dan información a los otros miembros de la especie de la ocupación de esa área. Los lobos, por ejemplo, dejan sus señales de orina cada 300 ó 400 metros en lugares fácilmente identificables, como son  tocones, piedras, troncos, etc. Se ha demostrado que una manada de lobos recorre cada 24 horas un 10-20% de su territorio. De modo que las marcas olorosas se renuevan cada dos semanas aproximadamente. Por regla general estas, podemos llamar, estaciones emisoras de olor son empleadas por más de una especie animal.

 

En este breve video podemos ver cómo actúan los lobos: los ejemplares dominantes, los que dirigen la manada, además de orinar también rascan a menudo el suelo para marcar el territorio. De este modo, sus trabajos de señalización son fácilmente detectables a simple vista y dan más información complementaria ya que los dedos depositan también olores. En este fragmento de video, el animal que rasca es la hembra dominante. Además de los lobos otros animales, tales como martas, mapaches, zorros, han dejados sus marcas olorosas en ese tronco de abeto. El lince, en cambio, ha preferido al abeto una rama caída  de álamo, pero de eso hablaremos la próxima vez. 

 

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